Relativamente

Los avatares de la vida me han llevado durante mi ya no tan corta vida a estar relacionado con diferentes tipos de actividades. He pasado por clubes de balonmano, baloncesto y atletismo, me he relacionado con músicos y teatreros. A veces la gente me dice que cuantas cosas hago o que guay hacer esto o lo otro, y la verdad es que me gusta, pero no lo veo como algo extraordinario a pesar de que hay gente que lo cree así.
Pero de lo que quiero es de la impresión que tengo de las personas con las que he compartido alguna de estas actividades. En general, sobre todo en los campos de las artes me da la sensación de que muchos de ellos se creen grandes artistas, y creen el que el mundo gira en torno a ellos. No tengo nada en contra de que se sientan satisfechos, orgullosos o grandiosos. Y puede que dentro un campo determinado, seas considerado un maestro, un gran artista, pero también pasa que al cambiar de campo cambian los maestros y donde antes eras una deidad, ahora eres un absoluto desconocido.
Una vez me pasó que hice unas lecturas junto con una gran cantante y un mejor guitarrista. Cuando una persona tiene un gran ego, se nota, y por normalmente tendemos a rechazarla. Así sucedió y percibí esos dos egos con los que tuve que trabajar, hablaban de sus proyectos y otras historias como si todo el mundo estuviera pendiente de ellos. Y la verdad es que en teatro por ejmplo ni los conoce nadie. Al revés me pasa lo mismo, los teatreros tienden a creerse muy importantes y cultos y/o alternativos.
Todo este ombliguismo, desde punto de vista es perjudicial, porque uno no se deja enriquecer por lo que los demás hacen, y la verdad, no creo que haya muchos Beethoven o DeNiros por ahí escondidos.
Por eso creo que toda esa importancia que nos damos es relativa, porque no suele llegar más allá de la esquina.