viernes, 31 de agosto de 2007

Stubborn

Cabezudos, morrudos.
Estos días vuelve a arder el monte en una tierra que me importa mucho, el interior de castellón. Esta vez parece que no ha sido provocado, pero si que ha sido una negligencia la que ha generado este desastre. Por lo que se ve, unos trabajadores de alguna compañía eléctrica comenzaron la debacle.
El comienzo es un gran problema, pero también es un problema que los equipos que trabajan en la extinción lo hagan de manera descoordinada y/o al azar. Debe ser agotador trabajar en la extinción de un incendio, y estoy seguro que las fuerzas sólo dan para intentar mojar los rincones que uno cree mejores, y a la distancia a la que el calor no consiga derretirte.
Pero por los comentarios que se ven tanto en el incendio de Gran Canaria como en el de Castellón, se echa de menos una buena coordinación, y sobre todo, consultar la sabiduría popular de las gentes de los lugares. Una buena combinación de los conocimientos orográficos e incluso de los vientos de la zona con la profesionalidad de los cuerpos que se van a dedicar a extinguir estos incendios, se me antoja como la mejor de las soluciones posibles. El problema viene si los profesionales ven peligrar su autoridad y eso les hace obviar los conocimientos que les harían falta. Este tipo de cabezonería solo aumenta las posibilidades de error que en estos casos nos lleva a tener un incendio descontrolado, o que solamente se ha conseguido controlar cuando ya poco queda por quemar.
Dudo mucho que ninguno de los jefes de equipo que dirige ese tipo de extinciones lea este comentario, pero si así fuese, le rogaría que antes de derramar la primera gota de agua sobre el fuego planificara muy bien lo que se va a hacer. Por supuesto usando todos los recursos posibles para ellos

miércoles, 29 de agosto de 2007

telarañas en mi blog


Veintisiete días sin escribir nada, se me hace extraño, sobre todo porque me había propuesto escribir si no a diario, al menos cada dos o tres días, y en el peor de los casos, semanalmente. No hay excusas que valgan, pero salí de vacaciones el 9 de agosto para volver el 16. Durante esos días no tuve conexión a Internet porque andaba por Benicassim visitando a familia y a amigos. Lo pasé muy bien y descansé mucho, así que no eché de menos ninguna conexión. Si que me falto por ver a algunos amigos y a parte de mi familia., pero supongo que no se puede tener todo y menos si solamente estas una semana de visita.

Tras la vuelta le he dado vueltas a sobre qué escribir. He pensado en contar mi experiencia en el avión, pero esa es influencia de sulaco y considero que hacerlo sería copia. Aunque si aprovecho ahora para insultar al hijoputa que iba sentado a mi lado en el viaje de ida. Fuerte tío más autista. Que una persona no conozca los límites del espacio vital me saca de los nervios. Normalmente en los aviones se establece una lucha por el apoyabrazos, ese es el límite. Pero este tío iba directamente a ocupar mi asiento, metía su brazo en mi espacio. Yo ni corto ni perezoso, pero muerto de asco por tener que mantener contacto con alguien a quien no conozco, pegaba mi brazo al suyo y defendía mi terreno. No podía dejar que ocupara mi espacio que ya de por si era bastante escaso. De esta manera pasaron las dos horas y media de viaje, peleandome con el ser inconsciente de al lado. La parte buena de todo esto es que no tuve que hablar con él

jueves, 2 de agosto de 2007

Verde

Y a pesar de todo y aunque lo verde se ha vuelto negro. Nos queda la esperanza. Pasada la tempestad de fuego que causó las heridas en este pequeño paraíso natural. Ya se piensa en la reconstrucción, no solo de las casas y demás elementos introducidos por el hombre, sino de repoblación, del tiempo que tardará en regenrarse, etc.
Y lo mejor, que se plantea el modelo de protección existente, ya que aunque desarrollado con un exceso de celo, no sabe proteger. Se plantea la calidad de ese modelo y espero que se luche por su reforma hacia un modelo mas amigable.
Muchos pueblos reaccionan solidariamente ante las penurias, y el canario parece ser que a pesar de su aplatanamiento generalizado, reacciona de manera espectacular ante este tipo de catastrofes, generando resultados mucho mejor que buenos.