Aún así, me disgusta, me crea esa desazón de la que hablo en el asunto de este Post, la efectividad, la valoración y la compensación que se le da a mi trabajo. Esta sensación me viene porque sé que existe un mundo laboral mejor, y no puedo dejar de pensar en ello.
Mi compromiso será el de luchar, esforzarme por conseguir acercarme a ese nuevo mundo. No desesperar ni descansar hasta conseguirlo.
Sírvame esta reflexión como recordatorio. Y espero que también pueda servir.