Desde diciembre/enero que se iniciaron las revueltas de ciudadanos en Túnez, Egipto, Yémen, Bahrein, Lybia, Marruecos para recuperar su dignidad perdida por el abuso de dictadores. Abusos amparados por los países occidentales.
Desde diciembre/enero digo, toda la zona del mediterráneo africano que se había vuelto la gran competencia para el turismo canario, se ha vuelto inestable. Y como los turistas quieren tranquilidad cuando están de vacaciones. La ocupación turística en Canarias vuelve a estar pletórica.
La primera sensación que me vino a la cabeza fue la de alegrarme por todos esos canarios que pasan por una situación difícil porque esta mejora podría suponer un alivio. Que la necesidad de ofrecer un buen servicio, iba a provocar que los establecimientos turísticos contrataran a una gran cantidad de mano de obra.
Pero cual es mi sorpresa cuando se empieza a ver y a hablar de que no, que no se va a contratar a nadie que los 'servicios' se van a ofertar con los contratos que ya existen. Que se ve que en los meses siguientes, el paro continúa subiendo; Entonces empieza mi indignación con esos hoteleros, restauradores y demás, que se pasan su puñetera vida llorando en la prensa, que no tienen ayudas, que la situación es mala, que el volcán les ha supuesto millones de perdidas, que los controladores han hundido el negocio, que...
Ahora la amenaza huelga de los trabajadores 'normales' de AENA ponía en jaque la ocupación en fechas clave y mi tendencia era a la de preocuparme ...
Pero no amigos, esta vez no. Queridos hosteleros, que os den por donde descargan las hormigoneras, no pienso gastar una neurona pensando en tus lágrimas. Se te puede hundir el negocio que lo único que se va a mover en mi, son mis labios para sonreír e imaginarte en la puta calle.